“Hay cosas que solo son de la mujer y cosas que solo son del varón”, afirma el Obispo de Veracruz

Andrés Salomón Pérez

Veracruz, Ver. El matrimonio por la iglesia ha disminuido drásticamente entre los feligreses, reconoció el obispo emérito de la Diócesis de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, quien reconoció que eso ya es poco requerido por la gente.

“Es también un fenómeno sociológico, todos estos movimientos individualistas, lo que el Papa Benedicto llamó el relativismo, donde ya no hay puntos de referencia, tú tienes la verdad y yo la mía, no nos interesan los demás, eso y la ideología de género con esa confrontación entre mujer y varón hace que la gente dude si se compromete o no se compromete”.

Gallardo Martín del Campo, indicó que actualmente es el sacramento de la iglesia católica que más ha decaído, pues contrario al bautizo, la comunión y la confirmación, se trata de algo que es poco solicitado por los fieles.

Sin embargo, el obispo emérito aseveró que se trata de un asunto de índole social, más que religioso, que se arrastra desde hace al menos 20 años.

Señaló que parte de esto deriva del pensamiento individualista de la población, así como de las confrontaciones causadas por el feminismo entre mujeres y hombres.

Comentó que la baja en los matrimonios por la iglesia se presenta no solo en Veracruz, sino que es un fenómeno mundial, que en algunas sociedades han generado afectaciones en su población.

“El feminismo bien entendido hay que darle el lugar que merece la mujer, la misma dignidad, la misma responsabilidad, la igualdad y todo, pero hay que entender que hay cosas que solo son de la mujer y cosas que solo son del varón, pero cuando se empieza a desvirtuar”.

Pese a lo anterior, el obispo emérito de la Diócesis de Veracruz afirmó que se mantiene arraigada entre los mexicanos la fe católica y la devoción en la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Señaló que a pesar de la crisis económica y de los problemas que enfrenta la sociedad, los festejos en estas fechas no son detenidos y, por el contrario, se mantiene la devoción incluso en comunidades alejadas y marginadas.