Rogelio Franco tiene miedo, quieren su cabeza como trofeo político

Veracruz, Ver. El exsecretario de gobierno del estado de Veracruz, Rogelio Franco Castán aseguró que tiene temor de lo que pueda pasarle a él y a su familia debido a las intenciones de la administración de Cuitláhuac García Jiménez de borrar a la oposición.

En una carta subida a sus redes sociales, el perredista se refiere a la disputa que tiene con su expareja Guillermina Alvarado, que lo ha señalado por Facebook de supuestas agresiones y manipulación de sus hijas.

En ese sentido, Franco deja ver que ella está manipulada por actores políticos que se aprovechan de la situación que vive para hacerle daño a él y a su entorno familiar.

“Comprendo las causas que lo originan; lamentablemente y aprovechándose del tema, personajes del ambiente gubernamental ven propicia la ocasión para desprestigiarme, convirtiendo un asunto sentimental en un tema de tipo penal que, por cierto, quedó aclarado por ella misma, como ya mencioné, hace más de tres años”.

El dirigente moral del PRD en Veracruz dijo que no le sorprende que algunos actores políticos se hayan prestado para armar un circo, lo que lo mantiene preocupado, por lo que son capaces de hacer.

“En su afán desmedido por borrar a toda oposición que pueda poner en jaque sus futuros en la función pública, pues para ellos es importante sacarme del camino por ser un precisamente un opositor de este mal gobierno.

“Por lo anterior, hago responsable al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, así como al secretario de Gobierno Eric Patrocinio Cisneros Burgos y a la encargada de la Fiscalía General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, de lo que nos pueda pasar a mis hijas y a mí, así como a las personas de mi entorno inmediato”.

Ante eso, señaló que emprenderá una batalla legal en contra de su expareja para que pare con la campaña de desprestigio que ha iniciado sobre sus propias hijas.

“Hoy, debo decir que temo por sus vidas, pues quienes están detrás de todo esto, busca a toda costa sostener mi cabeza como trofeo político; algo que Veracruz y México no debe permitir, pues es claro que sus fracasos y frustraciones han llevado a la entidad al peor de los escenarios de ingobernabilidad e inseguridad en la historia reciente del Estado”.