Tlacotalpan, Ver. El presidente municipal de Tlacotalpan, Christian Romero Pérez fue el primero en romper el aislamiento que había por la pandemia del COVID19, al realizar una fiesta en su rancho con un grupo de personas.
El convivio fue el 11 de junio en su propiedad en donde recibió a un ganadero de la región que escuchó con atención el “palomazo” que se aventó el edil con la guitarra y cantante la canción de “La Planta”, del grupo Elefante.
En la batería lo acompañó el notario público, Diego Hernández Giadans, hermano de la Fiscal General del Estado, Verónica Hernández, quien sí portaba su cubrebocas y tenía sana distancia respecto a los demás.
Sin embargo, el resto de los invitados no siguió los lineamientos de sanidad, el mismo alcalde ni siquiera usaba protección, lo que ha generado molestia entre la población de ese municipio de la Cuenca del Papaloapan.
Y es que, dos días después, el sábado 13 de junio, decenas de jóvenes hartos de la cuarentena también salieron a las calles a escuchar música y tomar cervezas, lo que alarmó al municipio por un posible nuevo brote de COVID19.
En un comunicado, el mismo ayuntamiento indicó que reforzaría las medidas de seguridad impuestas por el Consejo Nacional de la Salud del Gobierno de México.
“De acuerdo con las atribuciones y facultades que tienen las direcciones de Salud, Protección Civil, Comercio y Seguridad Pública, se efectuarán supervisiones donde se garantice el cumplimiento de dichas medidas”, dice el boletín a la población.
Sin embargo, colonos de esa ciudad Patrimonio de la Humanidad han solicitado al alcalde que al igual que todos los pobladores, él también deje de hacer fiestas en su rancho sin las medidas preventivas contra el COVID19.
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