Columna: La Rola de Ramos Alor, con dedicatoria para los damnificados

05/12/2025

Por: Rocío Magaña / "Entre Gitanos"

​El reciente episodio de "UNA ROLA POR LA SALUD MENTAL" orquestado en Poza Rica por el Dr. Roberto Ramos Alor, coordinador estatal de IMSS-Bienestar y figura clave del sector salud en Veracruz, no es solo un error de operatividad; sino una peligrosa maniobra de sátira política en tiempo de contingencia.

Presentar un espectáculo del grupo "SONEROS DE PUERTO RICCO" como respuesta central a una tragedia de inundaciones que dejó damnificados, pérdidas materiales y luto exponencial, exhibe una desconexión del gobierno que raya en el cinismo.

​La iniciativa, enmarcada en el plan de "SANIDAD COMUNITARIA" de la Gobernadora Rocío Nahle, se percibe como una versión tropicalizada y burda de la milenaria estrategia "Pan y Circo". La meta, a todas luces, no es sanar, sino silenciar las quejas y desviar la atención pública de las fallas sistémicas y repetitivas que mantienen en crisis a Veracruz.

​​Lejos de ser una simple queja, es un grito de hartazgo por la irresponsabilidad del gobierno estatal. Mientras el Dr. Ramos Alor promueve un "bailongo" como medida post-catastofre, la zona norte lucha por sobrevivir y poder recostruir su salud física, mental y su patrimonio, a la zona norte no se le olvida la nula y tardía alerta, además de la negligencia ante la evacuación, debido a la falla en sus protocolos de Protección Civil.

​​El enérgico reclamo va dirigido a la gestión de Ramos Alor al frente del sector salud, la cual ha sido duramente cuestionada. Los ciudadanos señalan que su salario como Coordinador de IMSS-Bienestar está justificado por la garantía del derecho constitucional a la salud, y no por ser promotor cultural.

​Mientras las denuncias de escasez de medicamentos, insumos y médicos especialistas en hospitales de todo el estado, la infraestructura sanitaria opera al límite, con equipos obsoletos y falta de mantenimiento, una realidad que contrasta con la "disponibilidad" de recursos para montar un evento musical.

​La "Rola por la Salud Mental" es, entonces, una admisión implícita de que no hay una respuesta integral y especializada disponible. En lugar de ofrecer terapia psicológica individualizada o de grupo, que es lo que exige el trauma post-desastre, el gobierno opta por una solución de mínimo esfuerzo y alto manejo de recursos.

​El mensaje de Poza Rica es claro: el gobierno está más preocupado por gestionar la percepción de la tragedia que por atender su realidad. La ciudadanía demanda soluciones tangibles y responsables, no la frivolidad de un circo que baila sobre las ruinas.

El evento musical, queda como evidencia de la desconexión del Ejecutivo estatal con las necesidades reales de los damnificados, además de una burla descarada para cientos de familias que perdieron todo. El Dr. Ramos Alor y la Gobernadora deben entender que Poza Rica necesita bombas de achique, víveres, vivienda, infraestructura y atención médica real, no un show musical, usando el dolor como escenario para su campaña.

El problema no es si hay música, sino que no hay medicinas. Ramos Alor, en lugar de ser el animador, debería estar resolviendo el déficit histórico, prueba de que el sector salud está siendo manejado por algunos con frivolidad e incompetencia. 

​La prioridad en una emergencia es la vida, la vivienda y la salud pública integral, y no la simulación de bienestar con un espectáculo. Los Pozarricenses demandan médicos y medicamentos, no "rolas".

"En fin, con el permiso su excelencia, esto no es una columna sería"...