Le pedí a Dios que me perdonará mi egoísmo y que me iba a portar bien, cuenta Procurador de Medio Ambiente

Veracruz, Ver. Por 26 días, Sergio Rodríguez, Procurador de Medio Ambiente (PMA) del estado de Veracruz estuvo internado en terapia intensiva a causa de estar infectado por COVID19.

En una columna redactada por él mismo, el experredista narró que el médico le dio sólo el 10 por ciento de probabilidades de vivir, desde entonces se encomendó a Dios y le pidió que le perdonara toda su soberbia y su egoísmo.

El funcionario estatal relató que prometió portarse bien y ya ser un hombre bueno para que el Creador le diera la oportunidad de vivir, y parece que logró su cometido, porque Rodríguez empezó a recuperarse.

El procurador dijo que es la etapa más difícil que le ha tocado vivir en sus 42 años. Una semana antes de su hospitalización recibió la noticia de que era portador del coronavirus, que fue a finales de mayo.

“No reaccionaba a los medicamentos, tenía crisis respiratorias severas, dificultad para levantarme y aunque la mayoría en mi condición hace sus necesidades con un cómodo, yo siempre me levanté al baño, aunque eso fuera motivo de shock respiratorio, el cual me hacía pensar lo peor”.

Los rumores de su enfermedad sonaban desde esos días, incluso, los trabajadores de la Procuraduría de Medio Ambiente del estado de Veracruz, con sede en Boca del Río, mostraban preocupación pues temían un contagio masivo en la oficina y nadie les informaba nada.

Durante abril, el Procurador y sus elementos estuvieron activos cerrando comercios, sobre todo tiendas de autoservicio, por no cumplir con las medidas sanitarias ante la pandemia.

La última vez que se vio a Rodríguez en público fue el 13 de abril de 2020, cuando estuvo con el gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, en el Palacio de Gobierno.

En esa ocasión, daban a conocer que los ingenios cubrirán demanda de alcohol por contingencia sanitaria con una producción anual garantizada de 183.9 millones de litros de alcohol.

En esa ocasión, pese a que la pandemia ya pegaba con todo a Veracruz, ninguno de los asistentes portaba cubrebocas. Al final, todos se tomaron una fotografía sin mucha distancia y sin ninguna otra medida.

Después, todo fue incertidumbre pues el rumor de la afección al Procurador era fuerte, sin embargo, el gobierno estatal nunca dijo nada, hasta que el mismo Sergio se decidió a contar la historia.

“Le pedía que no me dejara solo (a Dios), le dije que quería ver crecer a mis hijos y que deseaba recuperarme para ser un buen cristiano, ser un buen hijo, un buen hermano, un buen esposo, un buen padre. Le ofrecí disculpas por mi soberbia, porque uno cree que todo lo tiene y mírenme acá. En un par de semanas no tenía absolutamente nada, le dije todo eso con el corazón, le pedí que por favor perdonara mi egoísmo”.