Por Eduardo Venegas Naranjo
*Se extraña en la Cuenca y más en tiempos de crisis, era un excelente gestor.
Hace 6 meses, el amigo, el hermano, el líder, el diputado carrillense Juan Carlos Molina Palacios fue asesinado de manera cobarde en su rancho Rosa del Alba en municipio de Medellín, fue el sábado 9 de noviembre de 2019 al medio día cuando fue ejecutado.
Hoy son 6 meses de ausencia, sin duda alguna, la Cuenca del Papaloapan ha resentido esa falta, y más ahora en estos tiempo de crisis ante la emergencia del covid19, donde el líder campesino era un excelente gestor, un ser humano con una extraordinaria calidez, siempre acompañado de su inseparable y muy querida Rosy Guízar de Molina quien era su brazo derecho.
Para quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo, sabemos que Juan Carlos era un hombre de palabra, siempre preocupado por su gente, los alcaldes de la región corrían a él para atraer beneficios a sus municipios. Sin duda alguna era un líder en toda la Cuenca del Papaloapan, respetado y apreciado, era un hombre de alianzas, de pactos; en el gremio cañero era la persona más influyente sabía negociar a favor de todo ese sector.
Hoy Juan Carlos no está con nosotros, lo recordamos con cariño, afecto y aprecio, lamentamos su ausencia, pero más lamentamos la opacidad de la Fiscalía General del Estado de Veracruz por no dar resultados de ese terrible asesinato.
Desde aquí un abrazo solidario a su esposa Sra. Rosy Guízar, a sus papás Don Tito y Doña María, a sus hijos y su hermano Julio.
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