Columna: Pájaros en el Alambre

-Las torres malditas en Córdoba

*Gendarmes sin armas ni blindaje para enfrentar a delincuencia

Por: Rodrigo Barranco Déctor

Medellín de Bravo, Ver. La ola de ataques y policías muertos del sábado, en la ciudad de Córdoba, colmó a los pobladores, hay una constante en redes sociales y grupos de Whatsapp: que renuncie Leticia López Landeros.

Se preguntará ¿Por qué en esa región no culpan al gobernador Cuitláhuac García Jiménez de la violencia y sí a la panista? La respuesta es sencilla. Todo se debe a una serie de eventos desafortunados que dejan en evidencia que doña Lety no estaba lista para gobernar los 30 Caballeros.

El enojo contra la administración cordobesa es, en parte culpa del desarrollo que hay en Orizaba, el municipio conurbado, que siempre estaba en competencia con Córdoba.

Los cordobeses se jactaban de tener una mejor economía, y así lo fue durante años gracias al comercio impuesto por empresas familiares, en su mayoría descendientes de la migración italiana asentada en la periferia de Huatusco.

Pero esto ya no dio para más, y Córdoba quedó estancada en la última década, fue entonces que el estatus de hermano mayor quedó en manos de Orizaba que en poco tiempo es una potencia turística y de desarrollo industrial con fábricas tan poderosas como Cementos Apasco, la Kimberly Clark, Las Sabritas, por mencionar algunas, lo que ha llevado a sus pobladores a una estabilidad económica mejor que la de sus vecinos.

En ese enredo socioeconómico llegó al poder la panista Leticia López Landero, una expriista, ex dirigente de La Antorcha, que parece que a diario se esfuerza por cometer pifias.

Subordinados aseguran que es prepotente en su mandato y que incluso dentro de sus oficinas práctica la santería para tratar de enderezar el barco, que casi se hunde el pasado sábado.

Por si fuera poco, es muy conocido que cada fin de semana parte a Ciudad de México o a Puebla en donde estaba el sábado, mientras su municipio estaba bajo ataque.

Ese 22 de febrero, grupos criminales dispararon contra puestos policiales dejando como saldo cuatro oficiales muertos, sumando ese día, en toda la región, ocho personas ejecutadas.

Ahora, la crítica se ha centrado en ella y no en la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, que lleva el Mando Único, porque la edil se ha jactado de gastar más de 140 millones de pesos en la seguridad de los cordobeses, dinero que los pobladores no ven reflejado en la vida diaria.

Dentro de ese derroche se habla de la compra de dos torres de vigilancia, equipadas solo con cámaras y reflectores que costaron un total de 7.5 millones de pesos.

En una de esas torres estaban dos de los policías caídos que no tuvieron defensa, pues las unidades no eran blindadas, todos los disparos entraron con facilidad.

Ante tal crisis, la respuesta de Landero fue la pedir no politizar el asesinato de los uniformados, pero evadió las preguntas de los reporteros sobre la presunta malversación de los recursos.

Y es que regidores de oposición revelaron que la autorización para comprar las dos torres no pasó por decisión de cabildo, por lo tanto, los regidores no conocen más detalles de la función de esos armatostes.

“Le estamos dando más importancia a las torres de vigilancia que a la vida de los seres que se fueron y que dejaron en la orfandad a su familia. No nada más hemos comprado las torres, hemos comprado patrullas, las motos, cámaras, y las instancias correspondientes harán la investigación”, dijo enojada la edil.

Sin embargo, los periodistas que acudieron a su conferencia de prensa, en el Palacio Municipal, hicieron una preguntar formal y directa: ¿Las torres estaban blindadas y cuál fue el costo?

“Hay algo muy importante, no podemos desviar la atención de lo que realmente hoy estamos viviendo en Córdoba, no es echarles la culpa a las torres, a las motos o a los chalecos, no podemos permitir que se desvía la atención. Ustedes no se preocupen por las torres que hay ORFIS, que hay muchas instancias que darán un seguimiento y una investigación”.

Ahora, Lety López enfrenta el descontento de la población ante comentarios como los vertidos ayer domingo, por eso la exigencia es casi generalizada, quieren su renuncia. prensaver@gmail.com